Fernando Guerrero es nuevo jugador del Villareal B

Fernando Guerrero

Fernando «chiqui» Guerrero del Independiente José Terán tendrá su segunda oportunidad para triunfar en el fútbol europeo tras su paso por el Burnley de la Premier League inglesa la temporada 2009/10. Hoy se ha confirmado que el jugador irá por seis meses a prueba al Villareal B de la segunda división de España. Diego Herrera, representante de jugadores, fue quien confirmó la noticia.

Según el representante de jugadores, El Chiqui Guerrero llega al filial del Submarino Amarillo por recomendación del gerente deportivo de la institución, el señor Antonio Cordón.

Guerrero llegó a un acuerdo definitivo, en préstamo por seis meses y opción de compra, y este día martes estará viajando hasta la ciudad de Vila-Real en España, donde se unirá a la disciplina del Villarreal B.

Diego Herrera explicó que el futbolista, al tener un pasaporte comunitario (realizó las categorias inferiores en el Real Madrid y tiene doble nacionalidad), puede vincularse al equipo de primera división cuando su entrenador así lo disponga.

Respecto a lo vivido por Fernando Guerrero hace algunos meses con el Puebla FC, Herrera manifestó que su representado jamás fue en condición de prueba, y que los apenas dos días que estuvo por México así lo avalan. Agregó, que la falta de seriedad al aplicar los términos que se habían acordado previamente por la directiva del elenco «Camotero», hizo que se tome la determinación de que el delantero regrese de inmediato al país.
Finalmente indicó que los derechos deportivos del jugador le pertenecen única y exclusivamente al Independiente José Terán, y que los mismos no son compartidos con un grupo de empresarios como en otros casos.

Vale indicar que el Villarreal B milita actualmente en la segunda división de España, y que por reglamento de la Real Federación Española de Fútbol, no puede ascender a primera división, por constar el equipo de primera en la misma división. Sin embargo, para el fútbol ecuatoriano el equipo ya representó un trampolín, como ocurrió con Jéfferson Montero.



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