Claveles, una ofrenda para Pantic

Al querer cobrar un tiro de esquina, el serbio Milinko Pantic se dio cuenta de que un ramo flores colocado sobre el césped le estorbaba. Lo cogió y con enojo lo aventó. En la tribuna, Margarita Luengo, la encargada de haber colocado el ramo en esa zona, se entristeció por la actitud de su ídolo, jugador al que ofrendaba claveles como símbolo de admiración. “No tires los claveles, son para ti”, le escribió Margarita a Pantic. Han pasado 17 años y el ramo se hace presente cada vez que Atlético de Madrid juega en el Vicente Calderón. Eso sí, siempre colocado en el tiro de esquina.

Es posible que algunos no recuerden o no conozcan a Milinko Pantic, actual entrenador del Atlético B. En 1995 arribó del Panionios griego al equipo colchonero. Llegó bajo pedido del entrenador Radomir Antic, su compatriota yugoslavo en ese entonces. El aparente desconocido poco a poco logró la aceptación de la afición rojiblanca, sobre todo por su educada pierna derecha. Pantic poseía fuerza, colocación y precisión para poner el balón en las redes o en los pies o cabeza del compañero mejor ubicado frente a la portería rival.

Pero fue su manera de cobrar los tiros de esquina lo que cautivó a una aficionada especial, Margarita Luengo. Impresionada de que las ejecuciones del yugoslavo fueran pases de gol, la dama no dudó un instante en asegurar que un ídolo había nacido para ella. Intuía que Pantic haría historia con el Atlético. Y no se equivocó.

Pantic fue primordial para que los Colchoneros obtuvieran el título de liga en la temporada 1995-1996, así como la conquista de la Copa del Rey en 1996. Desde que lo vio cobrar los tiros de esquina, Margarita se prometió rendirle tributo al jugador colocando un ramo de claveles en un córner del Vicente Calderón. De esta manera quiso inmortalizar no sólo al futbolista, sino al sentido del tiro de esquina y de paso a la pierna educada del yugoslavo que puso al Atlético en la órbita del fútbol.

Después del episodio en que Pantic aventara el ramo, el jugador pidió perdón a la dama que se los dedicaba y surgió una relación peculiar, por no decir increíble, dentro del fútbol entre un jugador y una aficionada que adoraba el cobro de tiros de esquina. Por su parte, Margarita, con 65 años de edad, ha prometido que mientras el cuerpo aguante habrá ramo de claveles en el Vicente Calderón.

Fuente: futbolsapiens.com



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