Unas cuantas palabras amables fue lo único necesario para que la FIFA y Brasil volvieran a estar en sintonía.
Tan sólo dos semanas después de una discusión en público que incrementó las dudas sobre la Copa Mundial de 2014, Joseph Blatter, presidente de la FIFA, terminó una «visita corta pero importante» a Brasil, aliviando las tensiones y restableciendo una buena comunicación con el país anfitrión.