El Monterrey de Walter Ayoví se adjudico a año seguido el torneo de campeones de la Concacaf, clasificando al Mundial de Clubes; en la segunda final perdió por 1-2 ante el Santos Laguna de otro ecuatoriano Christian Suárez. Ayoví ingresó al juego al minuto 62 y Suárez jugó hasta el minuto 73.
La historia fue cruel con Santos Laguna que impuso condiciones y que se acercó al campeonato, pero no contaba con la gran actuación de Jonathan Orozco, que impidió al menos tres claras de gol ni con la frialdad de Víctor M. Vucetich, quien supo acomodar sus piezas y recoger su cosecha a tiempo.