El Monterrey de Walter Ayoví se adjudico a año seguido el torneo de campeones de la Concacaf, clasificando al Mundial de Clubes de la FIFA; en la segunda final perdió por 1-2 ante el Santos Laguna de otro ecuatoriano Christian Suárez. Ayoví ingresó al juego al minuto 62 y Suárez jugó hasta el minuto 73.
La historia fue cruel con Santos Laguna que impuso condiciones y que se acercó al campeonato, pero no contaba con la gran actuación de Jonathan Orozco, que impidió al menos tres claras de gol ni con la frialdad de Víctor Manuel Vucetich, quien supo acomodar sus piezas y recoger su cosecha a tiempo.
Santos venció 2-1a Monterrey pero no le alcanzó, puesto que el global decretó un 3-2 en favor de los rayados que se coronaron por segunda vez consecutiva en la justa de la Confederación. Los goles fueron de Daniel Ludueña y Oribe Peralta, mientras que el del pase al Mundial de Clubes fue de Neri Cardozo.
Fue un duelo de fuerzas sin duda, de dos equipos que no escatimaron ni una sola gota de sudor con tal de conseguir su objetivo, aunque lamentablemente sólo uno podía alcanzar la gloria y este fue el conjunto regiomontano.
Ninguno de los dos técnicos se guardó nada y saltaron a la cancha con lo mejor que tenían a disposición. Benjamín Galindo formó con casi todo su arsenal, solamente dejando en la banca a Hérculez Gómez como una opción más al frente. Por su parte, Víctor Manuel Vucetich, mandó a la cancha a César Delgado en lugar del suspendido Humberto Suazo, además de Aldo De Nigris, Ángel Reyna o Neri Cardozo como opciones a la ofensiva para buscar el gol que liquide a su contraparte.
La polémica se desató rápidamente debido a una decisión del árbitro central Roberto García Orozco al señalar una mano del arquero de la raya Jonathan Orozco justo en las afueras del área, García Orozco la señaló pero se limitó a amonestar cuando pudo sacar la roja para el meta, toda vez que impidió el paso de la pelota en dirección de gol.
De ahí se vino la tolvanera lagunera, Santos se hizo de las acciones del partido tratando de marcar lo más rápido posible, utilizando los costados para generar llegada, sin embargo, no contaron con la puntería debida.
La más clara de los furos embates laguneros se dio al minuto 26 cuando Iván Estrada mandó un tiro-centro al que Orozco alcanzó a desviar con un manotazo, dejando la esférica un demasiado larga para Darwin Quintero que no alcanzó a meter la pierna.
El más peligroso fue Quintero, tuvo al menos tres duelos directos con el portero rayado del que el visitante salió victorioso ahogando el grito de gol en las gargantas del público.
Así fue la historia de los primeros 45′, Santos insistente y presionando a Orozco, quien lució como el gran arquero que es y evitando el daño en su meta, hasta que Daniel Ludueña se vistió de héroe al darse la media vuelta en las afueras del área y sacar un balazo de pierna derecha y finalmente abrir la cuenta y meter a su equipo a la pelea.
Al minuto 50 Santos la volvió a hacer gracias a una gran jugada individual de Carlos Darwin Quintero que se fugó hasta la línea de fondo, se quitó a dos rivales para centrar al área chica, Orozco desvió pero la pelota fue a dar al pie de Oribe Peralta, quien con tranquilidad definió y poner el 2-0 (2-2) global. Gran juego en el Corona.
Pero Monterrey despertó, adelantó líneas y se fue en busca de un gol que obligara a los de verde y blanco a marcar un par, esto niveló un poco las acciones y mantuvo en cierta forma, maniatados a los Guerreros.
Rayados creció con el ingreso del ecuatoriano Walter Ayoví, quien le dio solides al medio campo recuperando balones importantes, además de que con sendos disparos de media distancia puso en predicamentos a Oswaldo Sánchez.
La recta final fue de nervios por ambas partes, el desgaste físico comenzó a mermar en los jugadores que a pesar de que nunca bajaron los brazos, si se cayó en un pequeño bache en relación a como se jugó el resto del juego.
Fue tanta la insistencia rayada que encontraron su recompensa al minuto 81, Neri Cardozo disparó y para su fortuna el balón fue desviado por Rafael Figueroa, Oswaldo Sánchez no pudo hacer nada para impedir el gol. Santos ganó 2-1 pero cayó en el global 3-2.
En cuanto García Orozco decretó el final, la banca visitante se vació para festejar con el resto del plantel, mientras que las caras de tristezas embargaron a los Guerreros; la frustración, una vez más, de no poder coronar todo el trabajo de meses, marcaron las llagas en las caras de los laguneros.
¡Monterrey Campeón!, ¡Monterrey Bicampeón!
Fuente: mediotiempo.com
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Categorías:Actualidad
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