El Chelsea se ha impuesto al Bayern en la tanda de penaltis tras un partido frenético en el que la emoción superó por mucho al buen fútbol. Thomas Müller y Didier Drogba marcaron en los minutos finales del tiempo reglamentario y la prórroga, en la que Robben falló una pena máxima, no sirvió para decantar el duelo así que todo se decidió desde los once metros.

Mata falló el primer penalti pero los errores de Olic y Schweinsteiger permitieron que Drogba, autor de la última pena máxima, se coronase como rey de esta Liga de Campeones.

No hubo sorpresa en las tácticas de inicio. Di Matteo mantuvo la idea de aguantar y buscar contragolpear. Heynckes tampoco cambió, su Bayern salió a ocupar mayor cantidad de cancha y a merodear con más frecuencia el área de Čech.

Jugadas claras, sin embargo, existieron de cada lado. Más, por supuesto, de Bayern, al que le faltó puntería.

La primera fue de Robben al 21′. Entró al área por el lado izquierdo y pateó raso, Čech alcanzó a reaccionar y el rebote fue e pegar al ángulo del poste.

Después el que avisó fue Chelsea. Al 36′ le abrieron balón a Kalou por la derecha, y con toda la técnica sacó un disparo peligroso, con comba, que detuvo de gran manera Neuer, el arquero que nunca da rebotes.

Para terminar el primer tiempo, al 41′, Gómez dejó ir la más clara de todas. Luego de una jugada rápida en los linderos del área, le tocaron el balón hacia el centro, hizo gran finta para perfilarse y quedó pleno para fusilar, pero mandó la pelota a la tribuna.

La segunda mitad pintó igual. Bayern mantuvo su postura y comenzó a dominar aún más. En pocos minutos se hizo de todo el juego. Al 68′ los rojos tuvieron doble córner y eran, para ejemplificar, 14 a favor por ninguno de Chelsea.

Un minuto después, al 69′, Kroos sacó potente disparo que salvó Čech. Al 71′, Robben volvió a probar de fuera del área y el checo volvió a quedarse con el balón.

Ya era demasiada la presión y los azules cada vez lucían más cansados. Di Matteo mandó su primer cambio al 72′, sacó a Bertrand y mandó a Malouda. A esas alturas, Drogba, que a pesar de todo preocupaba a los alemanes, ya jugaba casi de lateral.

Bayern, por el propio dominio, sufría los pocos espacios con los que contaban sus atacantes. Robben y Ribéry desaparecían, y muchos de los balones comenzaban a pasar por Schweinsteiger y Lahm.

Y al 83′ Chelsea no aguantó más. Kroos envió centro desde la izquierda y dos defensas se fueron con Gómez, lo que permitió a Müller entrar solo y cabecear a gol. Fue un impacto donde el balón salió al piso y el rebote hacia arriba venció a Čech.

Pero el futbol otra vez se puso en contra de la lógica. Chelsea empató al 83′ en su primer tiro de esquina del partido. Cuando parecía que el resultado estaba hecho, el marfileño anticipó marca y la mandó al ángulo con gran remate.

Así termino el tiempo regular.

El alargue arrancó impetuoso. Chelsea amagó con atacar un poco más, pero todo se detuvo cuando Drogba tocó a Ribéry en el área y le hizo penal. Robben fue a cobrar y Čech lo detuvo. Como si le faltara algo al partido, el arquero del casco le ponía más emoción con su brillante atajada. Tras la jugada del penal, Ribéry se acalambró y fue sustituido por Olić.

La segundo parte del extra fue de mucha lucha, pero ya sin muchas ocasiones de gol. Los técnicos ya no hicieron cambios y se enfilaron hacia el desenlace de los penales.

La tanda inició con gol de Lahm. Luego, Mata falló por Chelsea. Anotaron, seguidos, Gómez, David Luiz, el portero Neuer y Lampard. Pero al cuarto, Olić falló. Cole empató la serie y en el quinto Schweinsteiger lo estrelló en el poste. Todo quedaba para Drogba que con penal bien cobrado, terminó la serie y le dio a Chelsea su primer título europeo de su historia.

Fuente: marca.com
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