El Chelsea logró en Múnich la primera Copa de Europa de su historia. Nueve años después del aterrizaje de su propietario el magnate ruso Roman Abramovich, el club londinense logró inscribir su nombre junto al de los grandes de Europa.
En la segunda de sus dos finales, el Chelsea no falló. De la mano de un técnico interino, Roberto di Matteo, los blues lograron en el Allianz la mayor conquista de su historia.