Crisis en el fútbol peruano, crea clubes que no son profesionales

La mayoría de clubes peruanos están plagados de deudas, lo cual provoca que no actúen con profesionalismo y eso ha producido la vergüenza del torneo Descentralizado del vecino país que sigue decayendo en su nivel. El último caso, es el decretado descenso de Cobresol de Moquegua por deudas a sus jugadores.

Lo que mal comienza tiene un final tormentoso porque las cosas deben hacerse de forma correcta para que después no vengan los lamentos. No es para menos, porque nuevamente el torneo peruano resulta una vergüenza por las disposiciones y reglas mal implantadas por la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional con la venia de la Federación Peruana de Fútbol.

Estos dos gremios no llevan una buena conducción del balompié inca y con sus constantes desatinos lo están llevando al abismo, porque parece que de fútbol no saben nada. Desde un inicio señalamos que el campeonato que diseñaron era un circo porque si bien aplicaron medidas para controlar la mala gestión financiera que llevan los clubes no han sido inflexibles con todos.

Resulta muy complicado tapar el sol con un dedo, pero nos atrevemos a decir las cosas sin miramientos porque la realidad del fútbol en Perú es paupérrima porque no existen verdaderos clubes profesionales. Esto gracias a que la FPF y su presidente Manuel Burga no han logrado ponerse bien los pantalones para exigirles formalidad antes de dejarlos jugar este torneo.

Uno de los casos de mala gestión financiera la mostró Cobresol de Moquegua, equipo que recientemente fue sancionado y derivado al descenso por no cumplir con la presentación de las planillas de pagos a su plantel. Esto estaba cantado, porque poco antes que arranque el campeonato, el mencionado club no había planificado su pretemporada por falta de dinero.

Era evidente que esto le traería consecuencias, porque de la noche a la mañana no se pueden solucionar estos detalles financieros, pero igual tuvieron luz verde por parte de los “genios” organizadores del torneo para que puedan participar. No obstante, no sólo era el caso de este equipo porque había muchos que estaban en la misma situación, entre ellos los denominados clubes grandes como Alianza Lima y Universitario de Deportes.

¿Acaso correrían con la misma suerte? No hay que pecar de ilusos porque eso no pasaría con estos clubes porque tienen el rotulo de grandes y por eso son intocables. Claro, no defendemos a Cobresol porque en definitiva incurrieron en faltas, pero también hay otros clubes que lo hicieron y no fueron drásticos para sancionarlos porque a los organizadores les tembló la mano.

Lo lamentable de esta situación es que varios jugadores de Cobresol se han quedado en la calle desprotegidos porque como ya habían iniciado la Liguilla no podrán jugar por otros clubes. Sin embargo, eso parece preocuparles muy poco a Burga y compañía porque ya dieron su posición al respecto y en desmedro de los futbolistas señalaron que no darán su brazo a torcer.

Los únicos culpables de estos bochornosos hechos que denigran el fútbol de Perú son los nefastos directivos que como volvemos a recalcar por una cuestión de salud para el fútbol incaico deberían largarse. Estos dirigentes en todo caso deberían tener un castigo porque no es dable que sigan ejerciendo funciones cuando hay claras muestras de su incapacidad para manejar el balompié.

De la misma forma, sería importante que aparezcan nuevos directivos con una debida capacitación para tener un mejor control y manejo del fútbol peruano. Ya basta de admitir equipos mal llamados profesionales porque lo único que aportan es el desprestigio del torneo Descentralizado y los aficionados peruanos ya están cansados de tanta payasada y solo quieren disfrutar de un buen espectáculo.

Fuente: goal.com



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