River Plate y Boca Juniors se veían las caras en un partido oficial luego de un año y cinco meses (532 días) en la 189ª edición del Superclásico del fútbol argentino. Los «Millonarios» se mostraron ambiciosos desde el minuto cero y lograron la ventaja para escapar a la zona de descenso y dejar a su rival con pocas chances de ser campeón.
Leonardo Ponzio, favorecido por un pique en el primer palo y una endeble respuesta de Agustín Orión, marcó a los 90 segundos de tiro libre y desató la explosión en el Monumental.
Con la ventaja, River fue justificando su ventaja ante un Boca con pocas ideas de ataque y casi sin agresividad dentro del campo. El equipo de Matías Almeyda sufrió dos severas lesiones en tan sólo 11 minutos de juego. El primero en salir fue el defensor Ramiro Funes Mori y después el mediocampista Martin Aguirre.
Los Xeneizes no encontraban el rumbo dentro del campo. Carecían de ideas y de profundida en la elaboración del juego. Y el uruguayo Rodrigo Mora aprovechó una exquisita asistencia de su compatriota Carlos Sánchez para estampar el 2-0 y dejar practicamente sentenciada la historia.
Pero River se relajó, no supo cerrarlo, y Boca mostró su orgullo. Lautaro Acosta cayó en el área y el árbitro Pablo Lunati sancionó penal. Santiago Silva tomó el balón y ajustició a Marcelo Barovero para marcar el 1-2 y volver a su equipo a partido.
Con el tiempo cumplido, el uruguayo Silva bajó de cabeza una pelota al corazón del área y el mediocampista Walter Ervitti apareció por sorpresa para vencer a Barovero. Locura total en la tribuna visitante. Silenció local en el Monumental.
En el Torneo Inicial, ninguno de los dos pasa por su mejor momento: el equipo de Julio César Falcionies duramente criticado por la falta de buen juego y de los últimos 15 puntos consiguió solo tres, por lo que se ubica a siete unidades del líder Newell´s.
River, que venía de perder ante Quilmes (1-0), suma 16 puntos y sigue con riesgos de caer en la zona baja de los promedios.
Fuente: infobae.com
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