El diario Folha de S. Paulo aseguró que el mandamás de la CBF, José María Marin, y su vicepresidente, Marco Polo del Nero, intentan impedir la instauración de una comisión parlamentaria para investigar presuntas irregularidades en los gastos de la entidad.

De acuerdo con el medio, dirigentes de la CBF están contactando desde hace días a los presidentes de las federaciones provinciales y algunos legisladores para intentar frenar la iniciativa del ex futbolista y actual diputado Romario, quien el miércoles protocolizó el pedido de investigación con el apoyo de 184 legisladores.

Marin habría contactadó a «decenas» de presidentes de federaciones provinciales y les pidió que «solidariamente» se contactaran con los diputados de sus respectivos estados para convencerlos de retirar su apoyo a la solicitud hecha por Romario.

Entre los gastos de la CBF que generaron suspicacias, está el viaje a los Juegos Olímpicos de Londres, en julio pasado, al que más de una decena de presidentes de federaciones provinciales fueron invitados por Marin, con todos los gastos pagados por la entidad. Según Folha, el viaje llamado «vuelo de la alegría» daba derecho a los dirigentes a llevar un acompañante, hospedarse en un hotel de lujo y acudir a todos los partidos de fútbol.

Al mismo tiempo, otra denuncia salpica a Del Nero. En este caso, está referida a su reciente detención por parte de la Policía Federal, que la semana pasada allanó su casa y su oficina y le incautó documentos y computadoras en el marco de la «Operación Durkheim», que investiga dos redes de espionaje ilegal.

Tras su detención, el presidente de la poderosa Federación Paulista de Fútbol (FPF) declaró que el asunto no tenía nada que ver con el fútbol sino que se trataba de asuntos personales. Según Folha, lo que Del Nero dijo a la policía es que contrató el servicio de detectives privados «sólo para conocer mejor a su novia, con quien tiene intención de continuar la relación e incluso casarse».

Además de que la justificación del dirigente generó críticas de orden ético, el rotativo asegura que utilizó, para comunicarse con los detectives, una computadora y un iPad que pertenencen a la FPF, y que estos aparatos no estaban en su oficina, sino en su casa.

Fuente: DPA
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