La «Tricolor» se hace grande

Acostumbrada durante años a batirse el cobre con las clases media y baja del planeta fútbol, Ecuador se dispone a disfrutar de dos amistosos de auténtico postín. La «Tricolor» se enfrentará el miércoles, en Miami, a Alemania, número dos del ranking FIFA. Un prolegómeno de lujo para el premio gordo: la visita a Guayaquil el próximo agosto de la número uno, España, vigente campeona mundial y europea.

Son rivales muy diferentes de los que enfrentaba Ecuador cuando Reinaldo Rueda se hizo cargo de la selección en agosto de 2010. En los primeros meses del colombiano, la Tri se midió en amistosos con equipos como México, Venezuela, Polonia y Honduras, cuya entidad estaba acorde con el caché de la propia Ecuador en aquellas fechas.

Rueda cogió las riendas del equipo poco después del Mundial de Sudáfrica, en el que no estuvo la selección. Entonces ocupaba el número 72 en el ranking de la FIFA. Menos de tres años después, el combinado nacional tiene un pie y medio en Brasil 2014 (le faltan cinco puntos para lograrlo matemáticamente) y ha alcanzado el ‘top ten’ de la clasificación mundial.

Un ‘top ten’ al que pertenecen sus dos próximos rivales en amistosos, Alemania y España, así como Portugal, a la que derrotó en febrero. «Ese reconocimiento se lo han ganado los jugadores en la cancha. Nos han brindado esta distinción, estar entre los mejores del mundo», opinaba Rueda en enero sobre la categoría de estos contendientes.

Tres rivales de la alta sociedad futbolística no están nada mal, más si se tiene en cuenta que en todo el período anterior del mandato de Rueda solo se había enfrentado a uno: Argentina, número cinco cuando jugaron en abril de 2011. «Es sencillo, nuestra selección y su técnico están considerados entre los 10 mejores del mundo, somos segundos en las eliminatorias del Mundial, tenemos jugadores de gran cartel internacional… Eso ha hecho que las principales selecciones deseen jugar contra Ecuador. No es producto del azar o la suerte, es un derecho que nos ganamos con trabajo», opina en conversación telefónica el vicepresidente de la Federación Ecuatoriana, Carlos Villacís. «Hace años, jugar con una selección de alto nivel era difícil, había que pedirlo por favor. Ahora no».

Calidad de exportación. A medida que Ecuador crecía, aumentaba su exportación de jugadores. Son procesos paralelos que se han retroalimentado. En la primera lista de Rueda aparecían seis futbolistas que militaban en clubes extranjeros. En las dos últimas listas había 10, casi la mitad de los convocados.

La mejora en la categoría de los rivales, consecuencia directa del crecimiento futbolístico de Ecuador, es un regalo para la hinchada y los jugadores, además de un aliciente para estos, que tienen la oportunidad de ganar experiencia enfrentándose a los mejores futbolistas del mundo.

«Estos juegos emocionan. Aunque por las circunstancias lo tomamos más como una experiencia previa a los partidos por eliminatorias», indica Renato Ibarra, uno de los seleccionados que juega en el extranjero. «Será una experiencia muy bonita. Jugamos contra Alemania y España siendo décimos, pero ¿por qué no pensar que se pueden repetir estos partidos siendo nosotros terceros, cuartos o primeros», añade Segundo Castillo.

«Es emocionante. El choque tendrá mucha trascendencia porque estará Alemania, uno de los poderosos a nivel mundial», insiste Jefferson Montero. «Para Ecuador no hay amistosos, pero sin duda será un partido bonito», remata Antonio Valencia. Partidos bonitos que equipo e hinchada aguardan con impaciencia. En los últimos años Ecuador se ha hecho grande. Y hay pocos rivales como España o Alemania para demostrarlo.

Fuente: expreso.ec



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