Un brillante ejercicio futbolístico en el Camp Nou, allí donde el Bayern de Múnich tenía una deuda histórica, le ha permitido al equipo bávaro clasificarse a lo grande para su décima final de la Champions, que jugará ante el Borussia Dortmund, tras imponerse sin paliativos (0-3) a un disminuido Barcelona que jugó sin Leo Messi.
A modo de traspaso de poderes, el equipo de Jupp Heynckes dio una lección de fútbol en el templo barcelonista. Acostumbrado a ofrecer exhibiciones en los últimos años, los azulgrana vieron la otra cara de la moneda y cedieron ante el incontestable fútbol de un gran Bayern.