A poco más de un día para que la Copa Confederaciones de inicio, los ciudadanos brasileños se han levantado en señal de protesta en distintas ciudades de Brasil. El día de ayer, manifestantes se enfrentaron a cuerpos de seguridad del Estado en las ciudades de Río de Janeiro y Sao Paulo, donde más de 60 personas fueron arrestadas y siete periodistas resultaron heridos.

Hoy, en Brasilia, más de 300 personas, portando un cartel que decía “¿Copa para quién?”, se congregaron en el Eje Monumental, una de las avenidas principales de la ciudad que colinda con el Estadio Nacional de Brasilia, donde mañana inauguran la Copa Confederaciones Brasil y Japón, e incendiaron decenas de llantas creando una columna de humo negro visible desde varios puntos de la ciudad, incluída la zona hotelera donde se hospeda el seleccionado nipón.

La razón, según los medios locales, es el descontento de la población por el costo económico que conlleva este evento deportivo. En las principales ciudades brasileñas, el pasaje del transporte público se elevó, causando molestia entre la gente local. Otro caso, llevado por distintos movimientos sociales, es la gran inversión monetaria que el gobierno le ha destinado a la infraestructura y logística necesaria para llevar a cabo este torneo, teniendo en cuenta que existen más de 1,600 personas que viven en la calle sin recibir ningún tipo de ayuda.

A pesar de ésto, el ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rebelo, señaló que los dispositivos de seguridad se emplearán sin mayores contratiempos y que el desarrollo de la Copa Confederaciones no se verá afectada por este tipo de protestas o problemas.

“Creo que la Confederaciones se desarrollará sin ninguna relación directa con las manifestaciones que tengan lugar en el país”, sostuvo el mandatario brasileño.

Fuente: futbolsapiens.com
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