Franky Dury, el mejor entrenador de la Jupiler League en 2006 y 2013, esperó hasta 2007 para dedicarse en exclusiva al fútbol. El expolicía, que actualmente impone su ley en el SV Zulte Waregem, compaginó trabajo y afición a lo largo de tres décadas, desde sus primeros pasos en categoría regional hasta que firmó su primer contrato profesional hace apenas seis años.
Así, el exdirector técnico de la Asociación Belga de Fútbol investigaba casos de robo y crimen organizado durante su jornada laboral como detective en la comisaría de Gante, y cuando estaba fuera de servicio se ponía el chándal para dirigir equipos amateurs en las divisiones provinciales.
El técnico flamenco, de 55 años de edad, llegó a mantener el pluriempleo en sus dos primeras temporadas en la élite del campeonato belga con el SV Zulte-Waregem. Cuando el club, al que condujo desde la quinta división hasta lo más alto, ganó la Copa de Bélgica en 2006, el versátil Dury aún era un modesto policía al frente de un conjunto semiprofesional.
Sin una mentalidad clara no hay continuidad
«Cuando entrenas en tercera o cuarta división, por fuerza debes ganarte la vida fuera del fútbol», explicó a FIFA.com Dury, quien para demostrar su total entrega a su nuevo oficio, evitó cualquier pregunta relativa a su labor policial. «Después de nuestro ascenso, en 2005, todo el mundo pensaba que volveríamos a descender enseguida, porque no poseíamos ni las condiciones ni el funcionamiento de una entidad 100% profesional. Pero luego ganamos la Copa y en la temporada siguiente alcanzamos los dieciseisavos de final de la Liga Europa de la UEFA. Con todo, aún contaba con jugadores semiprofesionales», añadió con orgullo el técnico, que a punto estuvo de fichar por el Lille en 2013 en sustitución de Rudi García.
«Llegó un momento en el que me resultaba muy difícil cumplir plenamente con todas las obligaciones de mis dos trabajos. No podía seguir así y tuve que tomar una decisión», apuntó. De este modo, el fútbol se convirtió, a sus 49 años de edad, en su único medio de vida. Tras una campaña en el KAA Gent, seis meses como segundo con los Diablos Rojos, su paso por la Asociación Belga y una breve experiencia al frente de la selección sub-21, Dury regresó al Zulte Waregem el 30 de diciembre de 2011. «Tuve que recuperar una cierta mentalidad», afirmó con total convencimiento. «Un club puede cambiar de entrenador, pero no de dirección».
«Un club que no tiene identidad, no durará», aseveró el único técnico de la máxima categoría campeón de cuarta división (1999), tercera (2002) y segunda (2005). De su dilatada experiencia en la antesala de la élite, este adalid de la paciencia y la constancia se queda sobre todo con el amor por el trabajo a conciencia. «Cuando llegamos a primera, teníamos entre tres y cinco millones de euros de presupuesto. En aquella época, solo tenía un asistente y un preparador de porteros para ayudarme en el día a día. Tuvimos que aprender a controlar los gastos y a buscar buenos jugadores. Tuve que hacerlo todo yo mismo, pasando por todas las etapas del oficio».
Aceptar los propios límites para ser feliz
Con ocho millones de presupuesto, el subcampeón de 2012/2013 posee ahora una dotación mucho más nutrida. Desde 2007, año de su paso al profesionalismo, el SV Zulte Waregem ha crecido mucho. Y con él su entrenador. «Después de mi marcha en 2010 hubo tres técnicos distintos, así que, desde mi regreso me he dedicado a recuperar una identidad sólida, que deberá permanecer incluso si yo me voy. Aunque aquí quieren que me quede mucho tiempo y el sentimiento es mutuo», aclaró Dury.
«En Bélgica se respeta nuestro trabajo y nuestra voluntad de impulsar a los jóvenes y de darles una oportunidad. Por eso hemos podido mantener a Thorgan Hazard y Junior Malanda», continuó en referencia a los dos hombres clave de la excelente pasada campaña. «Sabemos que el año que viene ya no estarán aquí, y ya hemos empezado a trabajar para buscar nuevos talentos. Los jóvenes son el futuro, y para un club belga como el nuestro es el mejor modelo económico a seguir».
Seis años después de dejar la policía aseguró sentirse «feliz, orgulloso, afortunado y contento, porque eso es lo que proporciona motivación. Dury, que es una persona racional hasta el extremo, está ante todo muy satisfecho de haber aceptado sus límites. «Sé hasta donde puedo llegar con el Zulte. Hay que tomar perspectiva, reflexionar y conformarse». Palabra de poli.
Fuente: FIFA.com
…
Categorías:Actualidad
Deja un comentario