Más de 65 personas se quedarían sin trabajo en Pilahuín Tío

Incertidumbre y preocupación invadieron a los 45 futbolistas del club Pilahuín Tío, la tarde de ayer miércoles, cuando se enteraron de que fueron expulsados del campeonato nacional de segunda división del fútbol ecuatoriano.

También los directivos, cuerpo técnico y demás trabajadores, que son alrededor de 20 personas, se sienten consternados porque tras esta sanción se quedarían sin trabajo.

Desde ayer los directivos mantienen reuniones para decidir si presentarán o no una apelación a las sanciones impuestas por la Comisión Disciplinaria de la Federación Ecuatoriana de Fútbol. La causa que originó esta problemática ocurrió el 27 de octubre en el estadio Olímpico de Ibarra, cuando la hinchada rechazó la actitud del árbitro que pitó el encuentro futbolístico entre Pilahuín Tío y Delfín e ingresó a la cancha para intentar agredirlo.

Mientras tanto, en las calles de Otavalo, encontramos a David Ruano, delantero del Pilahuín Tío quien, con las manos en los bolsillos, caminaba mirando al piso. Al abordarlo dijo “nos ha tomado de sorpresa todo esto, no lo esperábamos, faltando dos meses para cumplir el sueño del equipo que es el ascenso, nos dejan fuera. Ya llega Navidad y nosotros sin trabajo”.

Paúl Cetre, defensa y capitán del equipo dijo que esta situación aparte de lamentable, es injusta.  “No se ponen a pensar que tenemos familia detrás de nosotros. No es justo que por caprichos de segundas y terceras personas busquen perjudicar al equipo. Nosotros teníamos planificado el trabajo de la semana, el jueves íbamos a viajar a Guayaquil para jugar con Patria. Teníamos aspiraciones, teníamos sueños que queríamos cumplir y ahora nos quedamos sin trabajo, la mayoría somos padres de familia. Ahora toca regresar a casa y ver cómo llevar el pan”, manifestó Cetre.

Por su parte los dirigentes hablan de discriminación por ser indígenas. Así lo dijo Esteban Mazabanda, presidente del club quien detalló que como directivos se sienten perseguidos y señalados. “En partidos nacionales han existido muertos. Los mismos jugadores han golpeado a los árbitros y no han expulsado a los equipos de los campeonatos, ni los han sancionado dos veces por la misma causa. Nosotros aceptamos el primer castigo que nos impusieron de jugar cuatro partidos sin público, la aceptamos. Y ahora sin que nosotros presentemos ninguna apelación, ellos nos vuelven a sancionar separándonos del campeonato.

«Nos sentimos discriminados”, aseveró Mazabanda.

Mauricio Bolaños, director técnico de Pilauín Tío, muy indignado aseguró que para los equipos ‘chicos’ sí hay ley. “¡Volvemos a los tiempos de antes! Sancionemos a los de poncho. Para mí eso es racismo”. Además argumentó que no sabe en qué se basan para juzgarlos dos veces. “El club no ha hecho ninguna apelación, la Comisión impone la sanción y luego apelan ellos mismos y reveen otra sanción por la misma falta. Reconocemos que hubo una invasión en la cancha pero en el informe hablan de agresiones a los árbitros. Esperamos que los directivos del club busquen asesoría legal y apelen estas decisiones injustas”, determinó Bolaños.

Fuente: eluniverso.com



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