En la Argentina existe una dualidad muy marcada en cuanto a filosofías futbolísticas. César Luis Menotti primero, y Carlos Bilardo luego elaboraron conceptos y desarrollaron sistemas que se convirtieron en las escuelas más importantes del país.

Sus ideas son las bases de cualquier técnico argentino. Y si bien hay matices y variables personales de cada caso, es innegable que la importancia del resultado en bilardismo o la tenencia y el juego lírico del menottismo, son los cimientos de la forma de dirigir de los técnicos argentinos en la actualidad.

Hoy se aprecia un caudal importante de entrenadores que dominan el escenario de Sudámerica. Tanto a nivel clubes, como en selecciones. Su exportación a todo el continente terminó  como un acierto en varios casos.

La lista la encabezan Jorge Sampaoli y José Pekerman. Ambos pusieron su sello a las clasificaciones de la selección de Chile y de Colombia al Mundial 2014. Son el máximo exponente albiceleste en territorio ajeno.

Sampaoli logró que Chile cumpla el objetivo que su compatriota Marcelo Bielsa logró para 2010 y que, Claudio Borghi, también argentino, había comenzado con vistas a Brasil. Luego de campañas exitosas en la Universidad de Chile, traslado su juego dinámico y vertical al combinado nacional trasandino.

Por otra parte, Pekerman logró que Colombia regrese a una cita mundialista luego de 16 años. En su llegada, aportó más rapidez y tenencia a un equipo que también carecía de protagonismo. Generó un equipo sólido (fue la valla menos vencida de las Eliminatorias sudamericanas) y se hizo muy fuerte de local.

Pero ellos son sólo la primera línea de una nómina que también finalizó el año de manera exitosa. Ángel David Comizzo, Eduardo Berizzo y Gustavo Quinteros fueron campeones en sus respectivas ligas.

Luego de un paso por Talleres de Córdoba, un experiencia como ayudante en Queretaro de México, Comizzo llevó a Universitario de Perú a quedarse con el título de campeón del Torneo Descentralizado 2013.

En Chile, Berizzo es reconocido por haber sido la «mano derecha» de Bielsa durante su paso por la selección. No tuvo un buen paso por Estudiantes de la Plata, donde dirigió 15 partidos en 2011, pero tomó las riendas del O’Higgins chileno y lo consagró campeón por primera vez en su historia.

El caso de Quinteros es uno de los más llamativos. No tuvo buenos desempeños en su país, pero en Bolivia, por ejemplo, logró siete títulos con tres equipos diferentes. Luego de un breve paso por la selección boliviana, llegó al Emelec de Ecuador y lo llevó a ganar el último certamen. Lo saliente, además de su título, es que hay compatriotas suyos en 8 de los 12 equipos de la primera división.

Además, están los casos de Rodolfo Arruabarrena y Roberto Pompei. El «Vasco» terminótercero con Nacional de Montevideo, a solo dos puntos del campeón Danubio. Y «Tito»hizo en el Clausura 2013 la mejor campaña en la historia de Oriente Petrolero de Bolivia(47 puntos, tres menos que el campeón Bolivar) y metió al equipo en la Copa Sudamericana 2013 y en la Copa Libertadores 2014.

Y al ver que la dirigencia del América de México, equipo subcampeón del torneo pasado, contrata a Antonio Mohamed como reemplazante de Miguel Herrera que dirigirá a la selección azteca en el Mundial, parece que la rueda seguirá girando.

La tendencia también crece con el interés de Venezuela de contratar a Sergio Batista para su banquillo. La Argentina cerró el año como principal exportador de entrenadores a Latinoamérica.

Fuente: infobae.com

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