El Chelsea es todo un experto en controlar el Fair Play financiero que creó la UEFA para fomentar el juego limpio financiero en fichajes, tener límites en las pérdidas de los clubes y obligarlos a no tener deudas con sus pares. Compra estrellas y no viola las reglas, todo un mérito.
Mientras conjuntos con capitales qataríes como PSG o Manchester City tienen dificultades para no gastar más de lo que se gana, el magante ruso Román Avramóvich se muestra como un ejemplo a seguir entre los conjuntos de toda Europa.
En el presente mercado de traspasos, el conjunto londinense desembolsó 33 millones de euros en la compra de Cesc Fàbregas, 30 millones en Diego Costa y 20 millones por Filipe Luis. Además, trajo al joven Pasalic del Hajduk Split por 2,5 millones (lo cedió al Elche) y a Drogba sin costo desde el Galatasaray.
En total el conjunto de José Mourinho se ha gastado 93,5 millones euros, algo así como 125,3 millones de dólares. Por fortuna, el entrenador portugués reconoció que se retiran del marcado y que están satisfechos con la forma en qué incorporaron para afrontar sus compromisos.
La cantidad de dinero invertido en jugadores sorprende, pero es entendible si se compara con los ingresos que consiguió este verano. La venta de David Luiz por 50 millones al PSG, la de Lukaku por 35 millones al Everton, y la de Demba Ba por 6 millones al Besiktas, prácticamente amortizan las adquisiciones.
Entraron de 91 millones de euros en ventas de futbolistas, que son aproximadamente 122 millones dólares. Matemáticamente, cierra muy bien. También en aspectos deportivos, porqueMou sumó futbolistas de primer nivel, y a pesar de la baja del central brasileño o la de Lampard, no dejó ir a piezas importanes.
Algo similiar hizo Abramóvich en el periodo de fichajes pasado, donde las cuentas también muestran la solidez de su estrategia de mercado. Pagó 25 millones al Benfica por Matic, 13,20 millones al Basilea por el egipcio Salah, y 14,6 millones por el francés Zouma.
Pese a esos múltiples fichajes, las ventas de Juan Mata y Kevin De Bruyne, por 45 y 20 millones respectivamente, hicieron el balance de los Blues cierre con 146 millones de euros gastados y 158 ingresados.
Esos 12 millones de euros de beneficios desde el pasado mes de enero 2014, deja sus cuentas equilibradas. Con la compra de jugadores con mucha jerarquía, el «Rey del Fair Play financiero» también quiere la corona en la Premier y en la Champions League.
Fuente: infobae.com
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Categorías:Actualidad
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