La violencia y la tensión que se vive en Ucrania hace sufrir al fútbol. Su conflicto con Rusia se traduce al fútbol. La UEFA decidió evitar que clubes rusos y ucranianos se enfrenten entre sí «hasta próximo aviso» y ese fue el primer paso de varios hechos similares donde se ve que la agitación entre estos países vecinos tocó al deporte.

La decisión de comisión de emergencia de la UEFA significaba que el Zenit de San Petersburgo ruso y el ucraniano Dnipro no podían quedar en el mismo grupo en el tercer sorteo de clasificación que se llevaría a cabo el 18 de julio.

Con el sorteo hecho, la entidad también tuvo que trasladar a Kiev el partido entre el Dnipro de Dnipropetrovsk y el FC Copenhague. Copenhague le había pedido a la UEFA que no se jugase en la ciudad base del Dnipro, dadas las condiciones en el área.

En medio de esa polémica, seis jugadores sudamericanos -cinco brasileños y un argentino- que militan en el club Shakhtar Donetsk, se negaron a regresar a Ucrania por temor a la violencia que se vive en ese país. Poco les importaron las multas, suspensiones y posibles rupturaras de contrato. Su vida estaba en peligro.

Los brasileños Alex Teixeira y Douglas Costa, dos pilares del equipo, y el delantero argentino Facundo Ferreyra, son algunos de los que desistieron de volar con el resto de sus compañeros luego de un amistoso contra el Olympique de Lyon.

«Si no vienen, van a sufrir las consecuencias», dijo el magnate Rinat Akhmetov, propietario del club. Pero los jugadores no regresaron y el equipo decidió no jugar de local en su ciudad. Su localía pasaría a la ciudad occidental de Lviv, porque Donetsk está bajo control de los separatistas pro-rusos.

No son los únicos. Otro argentino, el delantero Sebastián Blanco, también se negó a reincorporarse al Metalist Kharkiv. El rumano Eric Bicfalvi, el nigeriano Michel Babatunde y el brasileño Ramon Lopes se fugaron del club Volyn Lutsk debido a la inestabilidad política del país.

Además de Shakhtar, hay otros tres clubes -Metalurh Donetsk, Olimpik Donetsk y Zorya Luhansk- en ciudades ubicadas en zonas controladas por los rebeldes. A raíz del conflicto también jugarán en otras ciudades. Otro club, Illichivets Mariupol, se encuentra en una ciudad de la recién creada «República Popular de Donetsk«, pero sigue bajo control del gobierno ucraniano.

Pero el conflicto también trascendió las fronteras, y se activó un debate a favor del traslado del Mundial Rusia 2018. El presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Wolfgang Niersbach, expresó su preocupación por la escalada de violencia en Ucrania y la vinculación del próximo anfitrión mundialista con ese conflicto.

Todavía no se sabe si los clubes de fútbol de la región de Crimea pasaran a la liga rusa esta temporada. Tres clubes de Crimea, anexionada a Rusia en marzo, recibieron el visto bueno de la Federación de Fútbol de Rusia (RFU) para unirse a su Tercera División.

Y mientras se espera por esa resolución, el otro conflicto que moviliza al mundo también impacta al fútbol. La ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza se metió en un partido amistoso en Austria entre el Maccabi Haifa israelí y el OSC Lille francés.

El duelo tuvo que ser suspendido después de que numerosos espectadores saltasen al campo con banderas palestinas, turcas y pancartas anti-israelíes. Los jugadores Idan Vered yDekel Keinan fueron agredidos físicamente por los manifestantes pro-palestinos. Tuvo que intervenir la policía local y las fuerzas del orden del estadio.

Veinte hombres fueron denunciados por las incidentes en los que agredieron a jugadores israelíes, mientras cantaban eslóganes como «Fuck Israel» (Que se joda Israel) o «Asesinos de niños». Tras el incidente, fue cancelado el partido amistoso entre el Maccabi Haifa y el Paderborn alemán.

Dentro de este problema bélico, murió Ahed Zaqout, ex jugador de la selección de Palestina. Falleció cuando un proyectil israelí impactó en su apartamento de Gaza.

«Palestina ha perdido a uno de sus mejores futbolistas y el que fue posiblemente el mejor centrocampista que hayamos tenido», destacó la prensa, sobre el jugador que fue capitán el día que Palestina enfrentó a un equipo de estrellas francesas, con Michel Platini en sus filas.

Pero no todo es tristeza, también hubo hechos solidaridarios. El Raja Atletic Club de Casablanca mostró su apoyo. Aunque la FIFA prohibió que sus futbolistas vistieran camisetas con el mensaje «Todos con Gaza», los hinchas del club casablanqués corearon lemas de solidaridad con Gaza y enarbolaron banderas de Palestina.

Además, el Olympiacos griego destinará los beneficios un amistoso a disputarse en Estambul contra el Fenerbahce para ayuda humanitaria para la Franja de Gaza. Los campeones de la liga griega y turca, que se enfrentarán el 16 de agosto, acordaron destinar el dinero que se recaude a ayudar al pueblo palestino que desde hace días vive una ofensiva israelí que deja ya centenares de muertos.

Fuente: infobae.com
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