Indignado. Así se evidenció el volante Marco Mosquera al topar el tema de un supuesto arreglo de partidos, en el cual él habría sido uno de los sobornados para permitir la salvación del Deportivo Quito y del Mushuc Runa, y como consecuencia el descenso de su equipo, el Olmedo, a la Serie B.
La reacción del centrocampista, fichado por El Nacional para el 2015, es que este día tomará contacto con abogados para iniciar una demanda legal. “Esa persona (el periodista Antonio Yepes del portal 24siete.mx, donde se publicó la información) me ha apuntado como delincuente y tiene que pagar”, comentó.
El esmeraldeño reconoció que un jugador puede equivocarse en la cancha, pero consideró que la acusación “no tiene ni pies ni cabeza”. “Mis padres me enseñaron a ser una buena persona y no a robar”, apuntó.
Luego, aclaró que los últimos tres partidos no jugó debido a una dolencia en una de sus rodillas. La nota afirma que el arreglo se dio en los seis últimos encuentros.
Para demostrar su honradez, Mosquera reveló que cuando militaba en Liga de Loja (2012), lo llamaron a ofrecerle $ 10 mil para que cometiera un penal en contra de su equipo y no aceptó (prefirió no dar nombres). “El profe Paúl (Vélez) denunció el caso pero no le dieron importancia”, dijo.
Fuente: eluniverso.com
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