Tras un primer tiempo caliente, con varios amonestados, se produjo un hecho vergonzoso en La Bombonera. Es que simpatizantes de Boca les tiraron gas pimienta a los jugadores de River y les provocaron serios problemas para ver. Luego de más de una hora de espera, la Conmebol decidió suspender el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores, que estaba igualado 0-0.
Sin alguien cuidando un sector de la manga, al pasar por allí los futbolistas visitantes para salir al campo de juego, hinchas del Xeneize lanzaron un gas muy fuerte y provocó finalmente la suspensión del encuentro.
El presidente de River, Rodolfo D’Onofrio, y el vice segundo, Matías Patanian, entraron a la cancha para ver cómo estaban los futbolistas alcanzados por gas pimienta.
«Hay que llevarlo al hospital», gritó Patanian, mientras el entrenador de Boca, Rodolfo Arruabarrena, se quejó airadamente por la presencia del presidiente en el campo.
El entrenador visitante, Marcelo Gallardo, calificó de «vergüenza» esta agresión desde la platea. «Es una vergüenza que abran la manga para tirar eso. Fue en la manga, una verguenza total», enfatizó.
«Es una vergüenza, no se puede jugar así», afirmó Leonel Vangioni, uno de los más afectados.
Gallardo le pidió cinco minutos al árbitro, Darío Herrera, para que se repongan sus futbolistas, pero todo se demoró muchísimo más.
El médico de River, Pedro Hansing, aseguró que hay futbolistas que «están quemados» y que «no pueden jugar».
Por su parte, el volante Matías Kranevitter afirmó que «por diez minutos» no pudo ver, tras ser agredido con gas pimienta. «Son irresponsables, había policías y no entiendo cómo hicieron para abrir la manga. Me arde toda la cara», dijo el tucumano.
Al fina, después de las 23 horas, la Confederación Sudamericana de Fútbol informó que el partido no continuaba. Resta saber cómo continúa esta historia.
Fuente: espndeportes.com
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