La rodilla de Messi es la rodilla del FC Barcelona. La lesión de Leo es la lesión del Barcelona. El dolor de la Pulga duele a todo el Barcelona. Desde que a los nueve minutos abandonó el césped y hasta que al cabo de dos horas el club trasladó un comunicado médico oficial, el entorno azulgrana padeció entre murmullos. A partir de ahí lo hace en silencio.
Messi sufre una rotura del ligamento colateral interno de la rodilla izquierda que, de acuerdo con lo informado por los servicios médicos del Barça, lo mantendrá apartado de los campos entre siete y ocho semanas.
Esto quiere decir que en el mejor de los casos, según estos indicios, el argentino llegaría justo para enfrentarse en el Camp Nou al Villarreal el 8 de noviembre… Pero en las catacumbas del Camp Nou eso se da por descartado, prácticamente.
El Barcelona trabaja ya con la hipótesis que Messi se perderá los próximos ocho partidos oficiales, cinco de Liga y tres de Champions, para centrar todos los esfuerzos y las expectativas en que llegue al Clásico del 21 de noviembre en el Bernabéu en buenas condiciones. Y que tres días después esté igualmente a punto para recibir a la Roma en la quinta jornada de la Champions, en un encuentro que, ahora mismo, se especula podría ser decisivo para conocer la suerte del equipo azulgrana en el torneo.
En lo que a la Liga se refiere, Leo se perderá consecutivamente el desplazamiento a Sevilla, los duelos en el Camp Nou frente a Rayo Vallecano y Eibar, el desplazamiento a Getafe y el choque en casa ante el Villarreal. En Europa no estará el próximo martes frente al Bayer Leverkusen y tampoco jugará en doble duelo, asequible, contra el BATE Borisov.
“Su cara, al salir del estadio hacia la clínica ya dejaba claro que estaba muy preocupado”, explicó una fuente del Barcelona refiriéndose a Messi, que a su regreso después de ser explorado con una resonancia magnética tampoco mostró un mejor talante.
Messi volvió al estadio acompañado de Pepe Costa y se encerró en el vestuario, donde esperó a sus compañeros y comenzó a hacer cábalas respecto a su recuperación. De acuerdo con la misma fuente, Leo ya echó una mirada al calendario inmediato para conocer de primera mano los compromisos que se perderá.
EL RECUERDO
La lesión de Leo trasladó el recuerdo al 24 de septiembre de 1983, hace 32 años y dos días, cuando otro argentino, Diego Armando Maradona, silenció el Camp Nou por un percance, aquel bastante más grave.
Maradona, en un partido ante el Athletic de Bilbao, fue objeto de una criminal entrada de Goikoetxea que le rompió el maléolo interno, el maléolo externo y el marginal posterior de la tibia. Una triple rotura que mantuvo al Pelusa fuera de los campos durante más de tres meses, por cuanto no volvió a jugar hasta el 8 de enero de 1984, regresando con dos goles en un triunfo (3-1) frente al Sevilla en el Camp Nou.
El percance de Messi ni es tan grave ni, tampoco, se produjo por una entrada de aquellas características, pero dejó fría a una hinchada que ni disfrutó del doblete de Luis Suárez ni hizo excesivo caso al excelente rendimiento de Sergi Roberto por el castigo que se especula sufrió Alves.
Ocho partidos a máxima exigencia en un momento crucial. Se marchó Pedro y se lesionó Rafinha para que la plantilla azulgrana quedase ya muy mermada y justa de efectivos. La sanción de la FIFA no ayuda, en absoluto, y si tras la operación del centrocampista trasladó una fría respuesta ‘aconsejando’ no inscribir a Arda Turan, no se espera que el percance de Messi cambie el escenario.
El jugador argentino se lesionó este sábado en el minuto 3 del partido de Liga contra la UD Las Palmas cuando iba a disparar el balón y chocó con un rival. En el minuto 9 solicitó el cambio.
Fue trasladado a la clínica Cruz Blanca, donde se le hizo una resonancia magnética y se le detectó la rotura que, según el Barcelona, le tendrá apartado de la competición entre siete y ocho semanas.
Fuente: espndeportes.com
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Categorías:Actualidad
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