Argentina-Brasil se suspendió por el fuerte temporal en Buenos Aires

El nuevo clásico Argentina-Brasil extendió las expectativas por otras 24 horas al suspenderse este jueves, a raíz de la fuerte lluvia que anegó gran parte del campo de juego del estadio Monumental. Así, el choque de las Eliminatorias se disputará el viernes, a las 21 hora local.

Recién a las 20.15, 45 minutos antes del la hora del partido, el jefe de prensa del seleccionado argentino, Nicolás Novello, confirmó la postergación, cuando dos horas antes ya no podía jugarse porque la cancha era una pileta con olas que marcaba el viento y se mantenía vigente el alerta meteorológico. Era un secreto a voces que Gerardo Martino no quería jugar así, porque echaba por tierra los beneficios de la localía.

Tanto Argentina como Brasil tienen que jugar el martes, uno con Colombia y el otro con Perú. Si bien tienen un día menos de descanso, de haber jugado ambos equipos corrían riesgo de lesiones y de eso Argentina ya no quiere más.

El público, estoico, cruzaba calles como podía, con calles y avenidas inundadas, con el peligro que ello conlleva, porque se demoraba la resolución. Sin embargo, esta vez muchos se quedaron en casa, otros directamente no habían llegado al estadio por el tránsito colapsado y por los anegamientos en Belgrano y Núñez, los barrios que envuelven a la cancha de River.

Las especulaciones iban y venían, que Argentina quería jugar a las 20, que Brasil a primera hora de la tarde. Todos daban cuenta que era imposible jugar, pero la gente seguía llegando, de a poco, con capotes, envueltos en nylon, como sea, porque no había información.

El veedor uruguayo Alvaro Silva quería hablar poco. Se temió que fuera otro Roger Bello, el veedor boliviano que no sabía que hacer en el River-Boca del bochornoso gas pimienta. Se esperó al árbitro paraguayo Antonio Arias, que recorrió una y otra vez y no había información.

La última recorrida fue poco antes de las 20. Luego de confirmarse la suspensión, el presidente de River y vice de AFA, Rodolfo D’Onofrio, explicó que hubo que esperar «el visto bueno de FIFA» luego de las posiciones del veedor y los árbitros. Inclusive, confirmaron D’Onofrio y también Juan Carlos Crespi, secretario de Seleccionados Nacionales, que las partes acordaron suspender antes de esperar, como pide el reglamento, dos horas después de la hora fijada, es decir las 23.

«Hubiese sido una herejía para la gente que se empiece a las 23 y se vaya a la una de la mañana», dijo Crespi. Todos los dirigentes aseguraron que las dos delegaciones acompañaron la decisión, saliendo al cruce de supuestas quejas de los visitantes por el horario escogido para el viernes.

Ni bien se conoció la resolución, el plantel argentino se trasladó a uno de los gimnasios de River, donde suelen hacer el calentamiento, para realizar una práctica liviana antes de volver al predio de Ezeiza y soñar con enderezar el rumbo en estas Eliminatorias.

Los argentinos se movieron en el recinto de básquetbol de River y realizaron trabajos livianos y un fútbol reducido, de cara al partido de este viernes. Después de los ejercicios, el plantel comandado por Gerardo Martino se subió al micro y se retiró a la concentración en el Predio de la AFA.

En tanto, los brasileños esperaron su turno después de los argentinos y también practicaron en la cancha de básquetbol para mantener los músculos activos y no sufrir la inactividad.

Así, el conjunto conducido por Martino, sin Lionel Messi, Sergio Agüero y Carlos Tevez, por lesiones, buscará en la tercera jornada su primer triunfo, con vistas al Mundial de Rusia 2018.

Fuente: espndeportes.com



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