Acusaciones. Para ser elegido presidente en la primera ronda se necesitan dos tercios de los votos de la federaciones (138) y en las siguientes rondas basta con una mayoría simple (104 votos). Salman tiene el apoyo de las confederaciones de Asia (44 votos) y África (54). Si no se rompe la disciplina de voto, Salman sólo necesitaría recaudar seis sufragios más entre los de Europa (53), CONCACAF (35), Oceanía (11) o Sudamérica (10) para resultar elegido por mayoría simple en una segunda vuelta. Esta última posibilidad, que el presidente sea elegido en una segunda votación, es la más probable. Las federaciones participantes votarán en orden alfabético (en inglés). El primer país en votar será Albania, mientras que el último será Zimbabwe. La FIFA ha prohibido los teléfonos móviles en el congreso para evitar que los delegados con derecho a voto se vean obligados por sus federaciones a dejar constancia de su lealtad a la disciplina de voto con una fotografía de su papeleta como prueba.Por otra parte, en la recta final de la campaña se desató el juego sucio entre los candidatos. Desde la esquina de Infantino se lanzaron acusaciones contra Salman, que se defendió de haber sido parte de la represión a los deportistas de Bahrein durante la primavera árabe. «Son acusaciones políticas sin ningún fundamento y sin ninguna prueba’, dijo el jeque a este periódico. Desde la esquina contraria, a Infantino se le recriminó por no profundizar en los escándalos de amaño de partidos desde Armenia en 2009.

El Congreso de la FIFA empieza a las nueve de la manana en el Hallestadion de Zúrich. Las elecciones figuran en el punto 8 del orden del día. El nombre del nuevo presidente no se conocerá antes de las cuatro de la tarde.

Fuente: as.com