El recorrido se inicia en la provincia de Esmeraldas. De cantones como San Lorenzo, Quinindé o Atacames salen para Guayaquil o Quito cientos de jugadores de fútbol que aspiran a convertirse en profesionales en equipos de la primera división. El fútbol es una de las mejores oportunidades que les da la vida para salir de la pobreza.
Y si se puede salir cuanto antes es mejor –y muy rentable para los empresarios que los negocian–, por eso el tema de la edad es fundamental.
Ese era el objetivo de César O., su nombre real, nacido hace 20 años en San Lorenzo y que jugó con la selección sub-17 el año pasado bajo el nombre falso de Francisco, cuando en realidad tenía 19. Llegó a vestirse de tricolor al destacar en las formativas de Independiente del Valle. Hoy, tras haber cumplido con una sanción impuesta por la Ecuafútbol, César juega para la Universidad Católica.
Este es uno de los casos que el abogado Xavier Burbano, miembro del Consejo de Participación Ciudadana, empezó a investigar desde el año pasado a raíz de una veeduría que surgió para observar el proceso de autenticación de identidades que la FEF y el Registro Civil llevaron a cabo tras el escándalo que se conoció como ‘los niños con bigote’ y que tuvo repercusiones a nivel internacional.
Uruguay reclamó a la Conmebol el cupo al Mundial de esa categoría a la que accedió Ecuador usando mayores en un equipo que debía ser juvenil.
“La FEF fue acuciosa para sancionar a los jugadores en la parte administrativa. Pero esto no queda allí, nosotros llevamos el caso al ámbito penal”, señaló Burbano el lunes, momentos antes de ir a presentar la denuncia ante la Fiscalía.
Los documentos que soportan su pedido para que el Ministerio Público investigue los presuntos delitos de tráfico de personas y asociación ilícita, a los que este Diario tuvo acceso, revelarían que directivos en la FEF conocían de otros casos y de cómo funciona la trama.
Un martes de julio del año pasado, concretamente el día 28, la FEF anunciaba la sanción de un año de suspensión para Andy C., que jugaba en Liga de Quito y que había sido compañero en la selección sub-17 de César O., y de seis meses para los jugadores Mateos T. y Josué C., quienes resultaron tener más años de lo que decían sus documentos falsos.
En el caso de Andy, una jueza ordenó que se ratificara que es menor de edad, el Registro Civil impugnó por inconsistencia y la FEF, hasta no tener respuesta definitiva de la parte judicial, mantuvo la suspensión.
Pero ese mismo martes, de hecho, el presidente de la Comisión de Disciplina de la FEF, Álex De la Torre, hoy en día también vicepresidente del organismo, entrevistó a César y Mateos, según el expediente de la Comisión General 021-2015.
De lo que ellos dijeron ese día y de lo aportado antes, el 9 de junio de 2015 por Josué, también seleccionado sub-17, aunque era cuatro años mayor, se desprende que “había un entrenador” que hacía “arreglar los papeles” en el Registro Civil de Esmeraldas, los jugadores venían a Guayaquil a sacar sus nuevas cédulas, eran inscritos en un club de segunda categoría y en la FEF, y luego, a clubes de primera.
Ese entrenador, les dijo la madre de Mateos a los de la Comisión de Disciplina, es Juan Miguel A. Según las actas de las distintas comparecencias, De la Torre le mostró una foto y este lo reconoció. Él fue a dar su versión a la FEF y le dijo a un medio estatal que se le abrió un expediente, pero que no recibió sanción.
Otra muestra de cómo se falsificaban los documentos la tiene la Comisión de investigación de la FEF, que determinó la doble cedulación.
La FEF dice que se busca alarmar
La denuncia que presentó en la Fiscalía, Xavier Burbano, miembro del Consejo de Participación Ciudadana, sobre una supuesta adulteración de documentos para inscribir jugadores en clubes de fútbol nacionales, busca “causar alarma en la sociedad”, aseguró la Ecuafútbol.
El organismo sostuvo en un comunicado firmado por su jefe de prensa, Víctor Mestanza Aspiazu, y difundido casi 12 horas después de entregada la denuncia, que toda la documentación que ha requerido el CPCCS fue entregada. “Salvo una petición que por razones de dominio público y porque ella venía sin membrete alguno, sufrió extravío”.
Burbano, en entrevista con Radio City, no negó que la FEF le facilitara los documentos, los cuales, dijo, demuestran que sí sabían lo que pasaba, “pero los entregaron cuando presentamos un recurso de acceso a la información”.
Categorías:Actualidad

Deja un comentario