Alan Ruschel: «Haré de todo para volver a jugar al fútbol»

El defensor Alan Ruschel, primer sobreviviente brasileño del accidente del Chapecoense en obtener el alta médica, afirmó que se preparará para volver a jugar al fútbol. Ruschel fue uno de los 22 futbolistas que estaba en el vuelo que transportaba a la delegación a jugar la final de la Copa Sudamericana y que cayó el pasado 28 de noviembre en Colombia, causando 71 muertes. Junto al defensor Neto y al arquero Jackson Follman, él sobrevivió a la tragedia, y este viernes recibió el alta. Apenas unas horas después dio su primera entrevista en las instalaciones del club y se asomó a la cancha.

«Haré de todo para volver a jugar al fútbol, con mucha paciencia (…) Calculé tres meses para calcificar la columna y ya pasó uno. Dos meses más para fortalecer la musculatura. Estoy sólo en el comienzo», dijo el lateral en una conferencia de prensa en Chapecó. Además, entre lágrimas, el jugador declaró: «No existen palabras para contar lo que estoy sintiendo. Es una mezcla grande de sentimientos: una alegría por estar aquí de nuevo (en el Arena Condá, estadio del Chapecoense) pero al mismo tiempo un luto por haber perdido tantos amigos«.

En una sala de prensa que se llenó de la emoción del jugador, el brasileño repasó lo que recordaba de la tragedia. «En el momento en que cayó el avión, Dios me puso en su regazo y me dijo que tenía más misiones en la tierra, por eso él no me llevó. La única explicación es la de los milagros: el de estar vivo y el de estar andando«, comenzó el relato y, sin poder contener las lágrimas continuó: «Cuando llegamos a Santa Cruz de la Sierra, antes de subir al avión, Cadu (uno de los directores del Chapecoense, que falleció) pidió que me sentara más adelante. Yo estaba sentado atrás, pero él quería dejar a los periodistas en el fondo. Al principio, no quise moverme. Pero ahí, Follmann (otro de los sobrevivientes) me insistió para que me sentase con él. Y ahí dejé mi lugar y fui. Esa es la parte que recuerdo: después, estaba mi esposa Marina hablándome en el hospital«.

«Tenemos que aprender a vivir la vida», manifestó el lateral de 27 años. «Estaba yendo a jugar un partido…uno no sabe si va a volver, no sabe lo que va a pasar en los próximos diez minutos. Eso me queda de lección: aprovechar la vida y hacer el bien. Lo que hicieron conmigo en estos días no tiene explicación: cómo me trataron allá (en Colombia), aquí, lo que los médicos hicieron por mí. No tiene explicación», concluyó.

Fuente: ole.com.ar



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