Carlos Alfaro Moreno le reveló a Diario El Universo que puede dormir tranquilo, pese a que su vida ha cambiado desde que es presidente de Barcelona. Dice que su calma se origina en su fe en poder ganar el “campeonato financiero” y a partir de eso “comenzar un gran cambio en el club”. Además, habla de las renuncias de nueve directivos y de los líos administrativos que le legó José Francisco Cevallos.

¿Cómo encontró al club?

Estamos, en varios aspectos, peor de lo que imaginamos. Se trabaja en una auditoría contratada por expresidentes barcelonistas notables y nos encargaremos, nosotros y ellos, de hacer público todo. Ahí habrá una constancia de cómo recibimos al club en la parte financiera, que es la más sensible. En la deportiva la estamos reestructurando y la premisa es ganar el título financiero y con esa consigna bajamos el presupuesto. Con la salida de Marcos Caicedo (a Liga de Quito), el presupuesto bajó a $9,8 millones anuales. Desde la época de Eduardo Maruri (2008), aquel famoso equipo de los $10 millones, no hay un presupuesto tan bajo. Eso no significa no tener la obligación de pelear el título y todo lo que enfrentemos.

¿La administración anterior dejó deudas por sueldos?

Se pagó con un fideicomiso que administra la cuenta de socios y todos los cheques no se pudieron cobrar. Esa fue la primera gran sorpresa que encontramos. Para (cancelar) octubre y noviembre (2019) hicimos un plan de pagos que se cubrirá en febrero y marzo para no interrumpir el plan
de estar al día con nuestro personal. Pagamos diciembre completo y la próxima semana pagaremos enero.

¿Dejó algo en caja la administración anterior?

No dejaron nada. Teníamos una cuenta con un sobregiro de menos $17 000 y todos los días aparecen deudas con gente que ya no está en el club. Estamos llegando a acuerdos de pago.

¿Ha cambiado su ritmo de vida desde que es presidente?

Cambió muchísimo. La familia es la principal perjudicada, pero la realidad me apoyan porque recibo bastantes muestras de cariño. Duermo muy tranquilo, mucha gente me dice: ‘qué tranquilo estas’. Es por convicción y fe en nuestro proyecto. Sé que las cosas irán muy bien. Vamos a enderezar el barco desde lo financiero y a partir de ahí comenzar un gran cambio en el club.

Su antecesor decía, cuando alguien se iba del directorio, ‘solo siguen los valientes’. ¿Los nueve que se fueron del suyo no son valientes?

No repetiré esa frase, estaba en total desacuerdo con ella. Si se alejan, el presidente es el absoluto responsable y asumo eso porque me doy cuenta de que fue un error haberlos invitado a ser parte de la lista. Fue por la amistad, respeto y cariño que mantengo hacia Ramón Barredo y hacia gente amiga que nos presentó a su grupo. Pensamos en tener una nueva camada de directivos, pero las cosas no se dieron así. Habrá que reformar el estatuto porque un directorio de 22 personas es exagerado. Lo ideal es tener doce o catorce, ahora somos trece.

Hasta el vicepresidente administrativo se fue

Voy a desmentir que haya sido por una situación política. En estos dimes y diretes hubo una controversia de acusaciones e involucraron a dos entidades financieras, con las que me disculpo institucional y personalmente. Cuando decidí ser candidato puse como condición que Xavier Salem, amigo, persona de confianza y con capacidad comprobada en la banca, sea el vicepresidente financiero. En la conformación de las otras comisiones no hubo problemas, pero en la financiera sí. Querían que esté una persona que no estaba de acuerdo con Xavier. Entonces se votó en directorio y ganó la mayoría, pero las diferencias se mantuvieron y al siguiente directorio (reunión) y este grupo renunció. Esto golpea, entristece, no estaba en los cálculos, ni en los planes, pero hay que seguir adelante. Si se pretendía tomar decisiones financieras con las que no estaba de acuerdo, eso no va a suceder nunca en mi gestión.

¿Puede dormir tranquilo sin saber cuánto se debe?

Puedo porque todos somos conscientes (de que la deuda) es un poco más de lo que creemos. El plan financiero lo sacaremos adelante con el apoyo del hincha, del socio, no con divisiones internas o políticas. Nos comprometimos a una hipertransparencia y como muestra un botón: hemos armado un equipo para pelear el campeonato y nos ajustamos el cinturón (con el presupuesto), sin ser austeros.

Jugó en Barcelona, fue vicepresidente y ahora presidente. Socios e hinchas quieren que se señale a los responsables de la crisis financiera. ¿Usted no siente como los aficionados?

Mi estilo de vida y fe no me inducen a gritar, o a amenazar. Mi estilo es hacer lo correcto, lo legal e institucional. Así se hará, duélale a quien le duela. Señalaremos lo que hallemos y lo que marque la auditoría.

¿Qué pasará con las demandas de Michael Arroyo y Ariel Nahuelpán?

Lo de Nahuelpán está en curso en la FIFA. Se apeló una vez más y nos tocará pagar en su momento. Arroyo tiene contrato y se ha iniciado una gestión con su representante. La intención es destrabar el tema legal y que haya un acuerdo. Estamos bien encaminados y él lo sabe. Ojalá en los próximos días podamos dar una buena noticia. No hemos recibido una notificación oficial de una demanda. La predisposición (del jugador) es porque hay pagos incumplidos. Se está revisando cuáles sí y cuáles no se cumplieron.

¿Cómo quedó la relación con Banguera, que dijo que había algo contra él?

No lo escuché, pero daré mi versión. No hay nada personal. Como presidente de Barcelona tengo una responsabilidad grande y no estoy para hacer lo que Banguera quiera. Cuando renovó contrato escribió en su Instagran “sigamos lográndolo”, lema de campaña de Cevallos. No podemos permitir que un empleado del club participe en una campaña política interna. Me pareció totalmente desatinado y lo prohíbe el estatuto. Conversé con él; tenía una renovación de dos años muy elevada. Quisimos llegar a un acuerdo y le dije: ‘Máximo, tenemos que sentar un precedente porque si no en 4 años los jugadores terminan decidiendo quién va a ser el presidente y eso sería nefasto. La primera opción que te doy es irte un año a préstamo y regresar al siguiente. O rescindir de común acuerdo”. Regresó al otro día con José Luis Perlaza, su representante, para rescindir. A partir de ahí hemos intentado un acuerdo. Él pretende cobrar el primer año y nosotros pretendemos indemnizarlo con una cantidad muy importante, más lo adeudado, y hacer un plan de pagos. Si alguien pregona amor al club es momento de demostrarlo con actitudes.

¿No ha tenido contacto con Cevallos?

No. Ningún tipo de contacto porque esa relación de amistad se rompió desde que me fui del club (a finales del 2018). Hay cariño y respeto por lo vivido en el campo deportivo, eso no se olvida nunca, pero hasta ahí nomás. Ese día (de elecciones) me acerqué por respeto. Muchas personas me preguntaron qué le dije y antes de la elección. En la mañana, cuando lo abracé sentí el triunfo, y le dije a Cevallos: “lo siento mucho, la verdad no lo tenía preparado pero apareció el hecho de ser candidato. Lo siento mucho”. Sabíamos que íbamos a ganar, así lo sentí.

“No estoy para hacer lo que Máximo Banguera quiere o pretende. No fue ético renovar con él un contrato cinco días antes de una elección”.

Alfaro Moreno

“Tengo mucho aprecio por Ramón Barredo y eso no cambiará. Tal vez él, a lo mejor, se siente desilusionado (tras renunciar al directorio torero)”.

Alfaro Moreno

“El día de las elecciones lo abracé a Cevallos y le dije: ‘Lo siento mucho, no tenía preparado ser candidato’. Sentí que íbamos a ganar. Es una cuestión de fe”.

Alfaro Moreno