
El directivo reaccionó de forma violenta cuando su equipo recibió un tanto del empate a los 90+7’. Bajó al campo y le propinó un puñete en el rostro al árbitro, quien tuvo que ser hospitalizado tras el golpe.
Pero no quedó ahí. Y es que Koka también amenazó al juez en medio de todo el caos. La Federación Turca de Fútbol no fue indiferente y lo suspendió de por vida.
Esta sería la segunda vez que Koka es condenado a prisión. En la primera ocasión salió tras pagar la fianza, y ahora su defensa espera recudir o evitar la condena.
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Categorías:Actualidad
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