Dolorosa derrota de Independiente ante Once Caldas que lo complica en la Sudamericana

Independiente del Valle se vio superado por Once Caldas y en casa perdió 2-0 en la ida de los cuartos de final de la CONMEBOL Sudamericana. El cuadro ecuatoriano jugó con 10 desde el primer tiempo, por la expulsión de Mateo Carabajal.

El cuadro de Manizales llegó a jugar de igual a igual en la cancha de Independiente y presionó siempre desde la salida. Complicó muchas veces la salida del equipo, pues no tenían opción de pase para arrancar la jugada.

Con ese panorama, Independiente optó por rematar de media distancia, con Juan Cazares como el que trató de intimidar al arquero James Aguirre. Claudio Spinelli estuvo muy bien marcado, pues lo tenían como la principal amenaza en ofensiva.

El partido se puso cuesta arriba a los 22 minutos, por el gol de Dayro Moreno para Once Caldas. Antes de la acción, Independiente erró en la salida y la jugada terminó en tiro de esquina en contra. De ahí nació la jugada de la visita, que terminó con la asistencia de Juan Cuesta para el golazo de Moreno.

Las cosas empeoraron aún más, cuando a los 34 minutos Mateo Carabajal vio la roja directa. El central de los Rayados fue con fuerza excesiva y le dio un codazo a Jáider Riquett, que le provocó una herida en la frente. Luis Zárate entró en lugar de Cazares para rearmar la defensa.

En el segundo tiempo, Once Caldas salió con la misma actitud y ritmo, lo que impidió una reacción de Independiente. En muchos momentos lució confundido y apurado, ante la buena disposición del cuadro colombiano.

En ese contexto llegó el segundo golpe del ‘Blanco Blanco’, gracias a la figura del partido, Moreno. El delantero recibió un gran pase al área de Mateo Zuleta y definió con categoría para firmar su doblete ante Guido Villar.

Independiente cambió su sistema, con la salida de los laterales Matías Fernández y Gustavo Cortez. Con línea de tres trató de tener mayor volumen de ataque, pese a las dificultades que presentó el partido.

Sin embargo, el camino de los Rayados fueron los centros al área para tratar de descontar, lo que facilitó la tarea de Once Caldas. La visita se resguardó en su campo en los minutos finales, con la intención de evitar sorpresas.

Para Independiente era matar o morir, para poder estar en partido e ir con vida a la vuelta. Para eso tuvo a Jean Pierre Arroyo, que se atrevió con la velocidad y la gambeta como sus principales armas; tuvo dos remates al arco de Aguirre, que el golero supo controlar.

Ahora el entrenador Javier Rabanal deberá revisar sus armas para afrontar la vuelta, el próximo miércoles 24 de septiembre, en Manizales.

Fuente: ESPN.com.ec



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