
En el fútbol moderno, los goles de falta se han convertido en una especie en extinción. A pesar de algunos ejemplos recientes, como los goles de Julián Álvarez en el derbi frente al Real Madrid, o el de Dominik Szoboszlai con el Liverpool, estos tantos son cada vez más raros. La evolución del juego ha llevado a que los tiros libres directos ya no sean una ocasión de gol recurrente, debido a la mayor preparación defensiva y la falta de especialistas.
Los datos reflejan claramente esta tendencia. En LaLiga, por ejemplo, apenas se han visto cuatro goles de falta en la presente temporada. Esta cifra es muy inferior a las registradas en temporadas anteriores, cuando se superaban los 25 goles de libre directo. La salida de especialistas como Cristiano Ronaldo o Leo Messi ha influido directamente en este desplome, así como el hecho de que se pitan menos faltas cerca del área.
La situación no es exclusiva de España. En Inglaterra, Italia, Alemania y Francia, las cifras de goles de falta también han disminuido drásticamente. En la Premier League, por ejemplo, el promedio anual de goles de falta se ha desplomado desde los 32 por temporada en la década de 2000 a apenas 14,8 en la actualidad. Esta tendencia global refleja un cambio en la dinámica del fútbol moderno.
En Ecuador, en 1990 los goles de tiro libre fueron el 5,61% del total, en la Liga Ecuabet 2025 son el 2,26%.
La falta de especialistas es otro factor clave. En el pasado, jugadores como Juninho Pernambucano, Beckham o Roberto Carlos eran conocidos por su habilidad en los tiros libres. Hoy en día, pocos futbolistas destacan por esta virtud. En la Premier, James Ward-Prowse ha sido un referente, pero lleva tiempo sin marcar de falta. En la Bundesliga, Alejandro Grimaldo es una de las pocas excepciones, con varios goles de falta desde su llegada al Leverkusen.
La evolución de los porteros y las barreras defensivas también ha jugado un papel fundamental. Los porteros actuales son más altos y ágiles, y cuentan con exhaustivos estudios de datos sobre los lanzadores. Las barreras defensivas han evolucionado, incluyendo al famoso “hombre acostado” para frenar disparos rasos. Esta mayor eficacia defensiva, sumada a la escasez de lanzadores puros, explica que los goles de tiro libre directo sean cada vez más raros.
Fuente: debate.com.uy y mifutbolecuador
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Categorías:Actualidad
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