Emelec cerró con broche de oro la fiesta que ellos mismo organizaron. Contaron con el respaldo de su afición que quería sumar un nuevo trofeo a sus vitrinas por más amistoso que este sea. Fue triunfo contundente por tres goles a uno sobre el Cetáceo.
El inicio del encuentro ya marcó el dominio del dueño de casa que encontró en un balón detenido la opción para abrir el marcador. Apenas diez minutos de juego y ya el central dictaminó falta en el área de Cabrera sobre Angulo que le permitió a Robert Burbano definir de buena manera.