En 1988 Emelec termina una mala racha de nueve años sin campeonatos, primero en mayo ganó el torneo amistoso Copa Ciudad de Guayaquil por la inauguración del estadio de Barcelona; y una vez metido en el torneo local logró proclamarse campeón del fútbol ecuatoriano, cortando la mayor sequía de campeonatos en la historia del club.
Emelec trajo como Técnico a inicios de año, al uruguayo Ángel Castelnoble y este trajo como refuerzos a tres uruguayos: el arquero Javier Baldríz, los mediocampistas Miguel Falero y Rubén Beninca; estos sumados al delantero Eduardo Aparicio fueron los principales refuerzos del club.