Empieza a forjarse la dinastía de El Nacional; en 1977 los «puros criollos» revalidan el título que consiguieran el año anterior, y lo hacen mostrándose contundentes en la Liguilla, dirigidos por el recordado Héctor «talla única» Morales.

La fecha de la consecución del campeonato de 1977 fue particularmente especial, porque en ella El Nacional se enfrentó a su rival de siempre, el Barcelona de Guayaquil, y lo derrotó por 2 – 0 en primera instancia, pero este partido fue anulado, debiendo repetirse. Pero, en la repetición El Nacional volvió a derrotar a su rival y con un marcador más amplio, a pesar de lo que en su momento la prensa consideró un atropello, con tres goles y una maravillosa actuación de Fabián «El Flaco» Pazmiño, gran gloria del equipo.