De repente, el clima de fiesta se transformó en caos, temor y vandalismo. Se vivieron escenas de mucha tensión en la sala de prensa del estadio Maracaná, tras la invasión de unos 50 hinchas chilenos en la previa del partido contra España.
El hecho comenzó a las 15:10 y tomó por sorpresa a todos. Los simpatizantes vulneraron el vallado policial e irrumpieron ferozmente en la sala, provocando destrozos a su paso.
Entre los daños registrados se destacan varios escritorios, televisores y la puerta de vidrio de ingreso al lugar.
Mientras muchos buscaban resguardo, los intrusos buscan el acceso a la tribuna. Todo terminó unos minutos después con la detención de unas 30 personas.
Los hinchas, que iban ataviados con la camiseta de la selección chilena, se saltaron el control previo a la entrada de la sala de prensa, rompiendo alguna cristalera y macetas de la entrada.
Una vez dentro de la sala de prensa corrieron de un lado para otro en busca de un acceso a las gradas y, tras comprobar que no tenían una vía de salida a la galería del estadio, rompieron un par de paneles para tratar de llegar al campo, al tiempo que tiraron por el suelo cámaras de televisión y material de la prensa presente en el recinto. Llegaron, incluso, a alcanzar la galería que conduce al terreno de juego.
«La intención era entrar en el estadio, no en el terreno de juego», dijo uno de estos hinchas a la agencia EFE, y aseguró que el problema fue intentaron comprar entradas pero «no había más que en la reventa y eran carísimas».
La seguridad ha retenido en un primer momento a una treintena de hinchas y la policía ya ha sacado del estadio a una docena de ellos.
«Vi que la puerta estaba abierta y me metí», dijo Miltón Durán, uno de los que intentaron entrar al estadio. «Tengo dólares pero no hay entradas para nadie. Está el estadio vacío y los de la reventa están en mil dólares».
Súbitamente la tranquila sala de prensa se volvió una locura, varios periodistas de la prensa internacional comenzaron a correr, buscando obtener imágenes de lo que parecía una intromisión ilegal al inmueble mundialista.
Por momentos se vivió locura y pánico, pues no se sabía en realidad qué es lo que estaba sucediendo. Las cámaras de foto y video se amontonaban siguiendo a estas personas que desesperadamente intentaban escapar de los agentes de seguridad.
Las mesas sirvieron de soporte para tener mejores tomas. Algunas paredes que dividen la sala de prensa con los túneles del estadio se vinieron abajo debido a la persecución.
Pasaron menos de 5 minutos para que pudieran rodear a los aficionados chilenos, detenernos y comenzar el proceso que terminaría seguramente en alguna cárcel cercana.
Hasta el momento, ninguna autoridad de FIFA o del estadio dio declaraciones acerca de cómo fue que irrumpieron estos aficionados al estadio.
Fuente: espndeportes
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