El delantero italiano Mario Balotelli no logra brilla en el Liverpool, y la paciencia de los hinchas se agotó. Los aficionados y dirigentes del club inglés están muy descontentos con el rendimientode quien debía tomar la vacante que dejó el goleador uruguayo Luis Suárez.
En esta novena jornada de Premier League, el equipo volvió a tener un pésimo desempeño y empató sin goles ante el Hull City. A las afueras de Anfield Road, muchos seguidores de los ‘Reds’ se deshicieron de la camiseta de ‘Super Mario’.
La casa de apuestas Paddy Power ofreció la oportunidad de cambiar el dorsal número 45 de Balotelli, por otros históricos delanteros centros del Liverpool, como Robbie Fowler o Ian Rush.
Es que el club le habría dado un plazo al extravagante delantero para que mejore su rendimiento o de lo contrario podrían traspasarlo en el mercado de invierno. Sólo ha anotado un gol en 10 partidos, frente al Ludogorets en la Champions League.
El Liverpool, con dinero fresco de la venta de Luis Suárez, desembolsó casi 30 millones de dólares para contratar al delantero italiano procedente del AC Milan. El técnico Brendan Rodgers suele sustituirlo en todos los partidos.
Se estima que los aficionados del Liverpool se gastaron un total de 80.000 dólares en camisetas del delantero italiano al día siguiente de anunciar su fichaje como muestra de la gran esperanza que depositaron en él.
Pero muchos de ellos pasaron por los puestos de Paddy Power a las afueras de Anfield y cambiaron la camiseta sin costo alguno, una clara muestra del desprecio a un delantero muy resistido.
Como si fuera poco, la casa de apuestas organizadora de este evento se encargó de colocar un cartel en la estación de tren de Lime Street de Liverpool donde aparecen las tres nuevas equipaciones por las que se puede apostar que vestirá Balotelli en un futuro. Entre ellas aparecen la de un payaso o la de un presidiario.

Fuente: infobae.com
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jajajajajaja
Delantero sobrevalorado, si no fuese de raza negra y con la historia de supervivencia (tuvo complicaciones serias de niño, en varias ocasiones pasó por el quirófano) y adopción por una familia italiana, quizás no pasaría de ser un díscolo delantero en un Ascoli, Cagliari o Bari.