El Independiente del Valle, que ganó en la ida por 0-2, y el Corinthians de Brasil disputarán mañana el pase a la final de la Copa Sudamericana en la altitud de los 2.850 metros sobre el nivel del mar en que se ubica la capital ecuatoriana, Quito.
El técnico español Miguel Ángel Ramírez y los jugadores del dueño de casa han asegurado que saldrán a la cancha del estadio Olímpico «Atahualpa» a encarar el partido como si no tuviesen ninguna ventaja. En su afán por hacer historia alcanzando la final del torneo, Ramírez ha insistido en que su equipo no tiene nada que defender y que saldrá para ganar.